
En un panorama digital saturado de efectos, velocidad y ruido visual, hay proyectos que eligen otro camino: el del silencio, la claridad y la luz.
El nuevo sitio web de Impronta es uno de ellos. Creado con una sensibilidad extraordinaria, ha conquistado a los jurados de
Awwwards, FWA y CSS Design Awards en 2025, ganando el título de Site of the Day en las tres plataformas.
En Code Barcelona lo elegimos como nuestro diseño web destacado de la semana porque representa con maestría lo que debería ser el diseño web en 2026:
una conjunción entre alma de marca, experiencia fluida y claridad visual. Una web que no busca impresionar, sino conectar.
El punto de partida de este proyecto fue la empatía. Como explican sus creadores,
“The key is at the beginning. It’s not just about understanding the technical requirements for a functional website, but about capturing the brand’s soul.”



Esa frase resume la filosofía detrás de Impronta: el diseño como traducción de identidad, no como artificio.
Antes de tocar un píxel, el equipo escuchó, observó y comprendió lo que la marca necesitaba transmitir: precisión técnica, estética arquitectónica
y una relación íntima con la luz —el elemento que da sentido a su producto: ventanas, cerramientos y superficies que filtran y reflejan el entorno.
La página principal de Impronta utiliza la luz como elemento de identidad visual, guiando la atención sin artificios.
En la industria de las ventanas y estructuras arquitectónicas, la mayoría de las marcas opta por mostrar materiales, herrajes o medidas técnicas.
Impronta decide lo contrario: habla a través de la luz. En su universo visual, el vidrio no se explica: se siente.
Los tonos neutros, los blancos expansivos y las sombras suaves crean una sensación de apertura y calma.
El sitio se comporta como una galería silenciosa, donde el espacio respira y cada elemento ocupa el lugar justo.



La dirección de arte se apoya en una composición asimétrica, tipografía limpia y una paleta monocromática que evoca materiales nobles —metal, piedra, aire—.
El resultado es una estética etérea y tangible a la vez, un logro reservado a los proyectos donde el diseño es casi invisible.
La estructura visual de Impronta respira con ritmo arquitectónico: modular, silenciosa y precisa.
El recorrido del usuario en Impronta está construido con la precisión de una pieza de ingeniería.
Nada es casual. Las transiciones son suaves, el desplazamiento tiene ritmo, los textos aparecen como susurros sobre fondos blancos que nunca saturan.
El sitio no busca retener al usuario mediante estímulos visuales, sino acompañarlo con una narrativa ordenada.
El movimiento está calibrado: motion design al servicio de la comprensión, no de la distracción.
Cada animación tiene propósito —mostrar, guiar, revelar—.



Como afirman sus creadores:
“We turned needs into clear design choices, smooth interactions, and a clean layout that holds all the necessary information.”
Una definición perfecta de diseño consciente.
El minimalismo de Impronta no es una tendencia estética, sino una filosofía de comunicación.
Cada decisión —desde el espaciado hasta la jerarquía tipográfica— refleja un principio: reducir para amplificar.
El sitio no dice más de lo necesario, y precisamente por eso logra que todo lo que dice resuene.
La inspiración viene, como cita la propia agencia, de Bruno Munari:
“The hardest part is to simplify.”
En ese sentido, el proyecto es un homenaje a la escuela racionalista italiana,
pero adaptado a la sensibilidad contemporánea de la web: ligera, accesible, emocional.
La tipografía actúa como luz tipográfica: delgada, precisa y perfectamente legible en cualquier dispositivo.
Las microinteracciones de la web de Impronta merecen mención especial.
Cada movimiento —desde el desvanecimiento de una imagen hasta el desplazamiento de un título— sigue un patrón de
transición progresiva que imita el paso de la luz natural.
Nada salta, todo fluye.



Este nivel de detalle no solo mejora la percepción de calidad, sino que refuerza la sensación de control y serenidad en el usuario.
La navegación se convierte en una experiencia táctil, casi sensorial, que transmite sofisticación sin pretensión.
A diferencia de los sitios tradicionales de producto, Impronta evita la jerga técnica y los catálogos densos.
En su lugar, utiliza fotografía inmersiva y copywriting evocador para convertir información funcional en
una experiencia emocional.
Cada bloque visual responde a una idea: transparencia, fluidez, espacio, detalle.
El usuario no lee, interpreta. No navega, explora.
La arquitectura del contenido está diseñada como un recorrido sensorial, donde los elementos se presentan uno a uno, con un
tempo visual que recuerda a la luz entrando en una habitación.
El desplazamiento vertical guía la experiencia, creando una narrativa visual donde el scroll es parte del diseño.
La web de Impronta está desarrollada con una estructura 100% responsive y animaciones optimizadas.
Su comportamiento en móvil es impecable: mantiene la jerarquía visual y el ritmo de lectura,
pero adapta los márgenes y escalas para garantizar una navegación fluida en pantallas pequeñas.



Este nivel de refinamiento técnico demuestra una comprensión profunda del equilibrio entre diseño y rendimiento.
La web no sacrifica velocidad por estética, sino que hace de la velocidad un valor estético.
Cargar rápido es parte de la experiencia.
En el fondo, Impronta es un caso de branding digital ejemplar.
Todo, desde la dirección fotográfica hasta la microtipografía,
refuerza una identidad coherente y sofisticada: precisión, elegancia, confianza.



El sitio web no solo comunica productos, sino una actitud de marca.
Una empresa que domina la técnica, pero se expresa con sutileza.
Una marca que entiende que el lujo contemporáneo ya no se mide en ornamentos, sino en claridad.
El branding digital de Impronta encuentra en la luz su código visual universal: coherencia, equilibrio y modernidad.
En 2025, el sitio web de Impronta obtuvo tres de los galardones más prestigiosos del diseño digital mundial:
Estos reconocimientos son más que trofeos: validan una tendencia clara.
El futuro del diseño web no está en añadir, sino en saber quitar.
Impronta nos recuerda que el verdadero lujo es la simplicidad bien ejecutada.

El sitio de Impronta es una lección de honestidad visual.
Nos enseña que el diseño no necesita gritar para ser memorable.
Que la claridad también emociona.
Y que la verdadera innovación, a menudo, consiste en eliminar todo lo que no es esencial.
Por eso, lo elegimos como nuestro diseño web destacado de la semana:
porque ilumina la dirección hacia la que camina el diseño digital del futuro.
Un futuro donde la luz no solo entra por las ventanas, sino también por la interfaz.
 
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