El diseño gráfico vive un momento de redefinición profunda. La inteligencia artificial, la conciencia ambiental, la inclusión y la tecnología tipográfica están transformando no solo las herramientas que usamos, sino también el propósito detrás de cada proyecto. En un panorama global que busca equilibrio entre humanidad y avance digital, los mejores trabajos de los últimos años demuestran que la creatividad sigue siendo el motor que da sentido a la innovación.
Desde identidades culturales que fusionan tradición y modernidad hasta campañas sociales que cuestionan los valores contemporáneos, el diseño se reafirma como una forma de pensamiento crítico y una herramienta de cambio. Los premios internacionales —como los A’ Design Awards, los iF Design Awards o los Best Design Awards— no solo reconocen la estética, sino también el impacto y la coherencia de una idea bien construida.
En Code Barcelona hemos reunido diez proyectos excepcionales premiados en 2025 y 2026: trabajos que destacan por su claridad conceptual, su ejecución impecable y su capacidad de conectar con las personas. Son ejemplos de cómo el diseño contemporáneo puede ser al mismo tiempo emocional, funcional y estratégico.
Estos son los 10 proyectos de diseño gráfico más inspiradores del momento —una selección que refleja hacia dónde se dirige la comunicación visual global y por qué el diseño sigue siendo una disciplina esencial para entender el mundo que viene.
https://competition.adesignaward.com/gooddesigner.php?profile=368190
En el corazón de Anhui, una provincia china con una herencia cultural tan profunda como su impulso hacia la innovación, surge uno de los proyectos de diseño gráfico más significativos de 2025: “Culture to Technology Identity”. Esta pieza, concebida como un cartel para la zona de alta tecnología de Hefei, convierte un concepto complejo —el tránsito de una cultura milenaria hacia un futuro científico— en una obra visual clara, simbólica y elegante. Es un ejemplo perfecto de cómo el diseño gráfico puede servir como puente entre tradición y progreso.
El póster parte de un gesto simple: la representación del carácter chino de “Anhui”, enmarcado por los contornos clásicos de la arquitectura de Huizhou. Desde ahí, la composición se transforma gradualmente. Las líneas arquitectónicas se disuelven en trazos de circuitos electrónicos, y el símbolo cultural se convierte en metáfora tecnológica. Esta transición, ejecutada con precisión casi artesanal, resume visualmente la evolución de toda una región: del legado al futuro, del patrimonio a la innovación. Es un diseño que no solo se observa, sino que se lee como una narración.
La dirección artística, liderada por Ji Chao y Xu Ning, demuestra una comprensión profunda del equilibrio visual entre lo tangible y lo conceptual. El uso de los azules en degradado —símbolo del Jiangnan, región histórica donde floreció la cultura de Huizhou— crea una atmósfera serena, casi poética. En contraste, las líneas de circuito, realzadas con barniz UV local, aportan brillo y textura, evocando energía y precisión tecnológica. La combinación de ambas capas construye una identidad visual donde lo ancestral y lo digital no se enfrentan, sino que se complementan.
Lo más valioso de este proyecto no es solo su ejecución técnica impecable, sino su capacidad de síntesis conceptual. En apenas unos centímetros cuadrados, el cartel logra condensar una historia cultural, un posicionamiento político y una aspiración económica. El diseño respira modernidad sin renunciar a sus raíces. En un país donde la velocidad del desarrollo tecnológico amenaza con diluir lo simbólico, este trabajo devuelve dignidad y significado a la identidad visual pública.
El equipo de Hefei High Tech Digital Technology Co. logra resolver con sutileza un desafío complejo: crear una fusión coherente entre los perfiles arquitectónicos tradicionales y las geometrías digitales del circuito. La proporción, el ritmo y la luz se integran con una disciplina casi arquitectónica. Nada sobra, nada interrumpe. El resultado es un diseño que se siente inevitable, como si la cultura y la tecnología siempre hubieran estado destinadas a encontrarse en ese punto exacto.
“Culture to Technology Identity” no solo destaca por su calidad estética, sino por lo que representa: una nueva forma de patriotismo visual, que celebra la modernización sin olvidar la historia. Es un recordatorio de que el diseño gráfico puede funcionar como lenguaje diplomático, capaz de comunicar la esencia de un lugar y su visión de futuro. Entre tradición y modernidad, este proyecto logra algo poco frecuente: equilibrio, elegancia y propósito.
Ganador del Gold Award en la categoría Business Communication de los Best Design Awards 2025, el proyecto “No Blanket Value” redefine cómo el diseño puede materializar un mensaje social. Concebido por Motion Sickness Design Office en colaboración con Noa Blanket Co para Social Value Aotearoa, esta campaña cuestiona la forma en que entendemos y medimos el valor dentro de la inversión de impacto. Es un ejemplo poderoso de cómo el diseño puede actuar como herramienta de reparación cultural y diálogo contemporáneo.
En lugar de lanzar un informe o una campaña mediática tradicional, el equipo —liderado por los directores creativos Jordan Stent y Sam Stuchbury, con Katene Durie-Doherty como responsable cultural (Pou Taketake) y Patrick Hickley como director de diseño— decidió convertir una crítica en un objeto tangible: una manta tejida. En la historia colonial de Aotearoa (Nueva Zelanda), las mantas fueron símbolo de intercambio desigual, usadas por colonizadores para obtener tierras, recursos o taonga (tesoros culturales). Aquí, la manta se resignifica: deja de ser objeto de trueque para transformarse en un gesto de reciprocidad. No se regala: se acepta. No representa pérdida, sino alianza.
La ejecución de Noa Blanket Co, guiada por una práctica arraigada en el cuidado, la comunidad y la integridad cultural, garantiza que el objeto no sea una simple metáfora visual, sino un símbolo vivo. Cada fibra tejida encarna una idea: la de medir el valor no en función del capital, sino del compromiso y la relación. La manta es, en sí misma, una declaración ética. No es un soporte de comunicación: es la comunicación.
El lenguaje visual de la campaña es sobrio, consciente y ceremonial. Fotografía de tonos cálidos, luz natural, texturas visibles. La composición evita la retórica publicitaria para dejar que la presencia del objeto hable. Este silencio deliberado tiene poder. Porque en un entorno donde la comunicación corporativa se mide en ruido, “No Blanket Value” se mide en significado. Es un proyecto que no busca convencer, sino invitar a reflexionar sobre lo que valoramos —y cómo lo expresamos.
El jurado de los Best Design Awards 2025 lo definió como “una forma increíblemente inteligente de unir a las personas en torno a una causa, profundamente vinculada a la historia de un país y a la evolución del lenguaje del diseño contemporáneo”. No es una exageración. Esta obra demuestra que el diseño puede ser un puente entre economía y ética, entre historia y futuro, entre símbolo y acción. Es una lección para todos los que creemos que el diseño no solo debe comunicar, sino reparar, conectar y transformar.
“No Blanket Value” pertenece a una nueva generación de proyectos donde la comunicación empresarial se humaniza. Su equipo —que incluye también a Sylvia Humphries (copywriting), Joshua y Whakaawa Te Kani, Joseph McAlpine, Matthew Campher, Scott Hardy, Oliver Johnston y James Gibb— ha conseguido algo más grande que un premio: ha demostrado que cuando el diseño se teje con propósito, puede cambiar la forma en que una sociedad entiende la palabra “valor”.
https://bestawards.co.nz/graphic/colour-award-graphics/clemenger-bbdo-1/love-creep-5/
Ganador del Colour Award Graphics en los Best Design Awards 2025, “Love Creep” es una de las campañas más impactantes y valientes del año. Creada por Clemenger BBDO y Assembly Ltd para el Ministerio de Desarrollo Social de Nueva Zelanda, el proyecto forma parte del programa Love Better, una iniciativa nacional dirigida a jóvenes para enseñarles a reconocer las señales del control coercitivo en las relaciones afectivas. Su objetivo es tan claro como urgente: transformar el lenguaje visual del amor para hacerlo más consciente, más honesto y más seguro.
El contexto cultural no podría ser más alarmante: Nueva Zelanda tiene el índice más alto de violencia doméstica de todo el mundo desarrollado; una de cada tres mujeres sufre abuso en algún momento de su vida. En este escenario, “Love Creep” no solo comunica, sino que educa. Invita a los jóvenes a preguntarse algo esencial: ¿dónde termina el amor y empieza el control?
El equipo creativo —liderado por Brigid Alkema, Alex Metson, Julia Ferrier y Emily Beautrais como directores creativos (Pou Auaha), junto a Jake Firman en la dirección estratégica (Pou Rautaki)— desarrolló una narrativa visual radicalmente inmersiva. La experiencia digital LoveCreep.nz utiliza un entorno móvil de diseño intencionadamente asfixiante, dominado por una sola idea cromática: el rojo. No hay matices, no hay descanso visual. Todo vibra en la tensión entre el deseo y el peligro. El amor y la advertencia comparten el mismo color.
El rojo, omnipresente en cada pieza —sitio web, cortos, redes sociales, cartelería urbana—, actúa como metáfora y detonante. Es el hilo conductor que une emoción y alarma. Inspirada en el brutalismo arquitectónico, la dirección de arte prescinde de ornamentos para dejar visible la crudeza del tema. La estética áspera, los bloques de color intensos y la tipografía directa generan una sensación de incomodidad buscada: el diseño no seduce, incomoda para despertar. El amor, aquí, no es suave ni idealizado; es un terreno donde puede aparecer la violencia si no se la reconoce a tiempo.
La estrategia digital transforma la educación emocional en una experiencia interactiva. A través de los llamados “Love Bites” —frases y fragmentos recogidos de entrevistas con cientos de víctimas y supervivientes— los usuarios pueden identificar patrones de control y reflexionar sobre su propia conducta. No se les dice qué está bien o mal: se les invita a descubrirlo por sí mismos. Este enfoque empático convierte la campaña en un ejercicio de autoconciencia colectiva. El diseño deja de instruir para empezar a acompañar.
Los resultados hablan por sí solos. En los meses posteriores al lanzamiento, aumentó un 5% la cantidad de jóvenes capaces de identificar comportamientos de control en sus relaciones y se redujo en otro 5% el número de quienes los normalizaban. Las llamadas a Youthline —una línea de apoyo para jóvenes— crecieron con una nueva pregunta en común: “¿Estoy siendo controlador sin darme cuenta?”. Desde entonces, LoveCreep.nz se ha incorporado como herramienta educativa en institutos de todo el país. El impacto del diseño trascendió la pantalla para convertirse en una conversación nacional.
El jurado de los Best Design Awards destacó el proyecto por su “uso magistral del color como lenguaje narrativo y emocional” y por su capacidad para “traducir un problema social complejo en una experiencia visual visceral”. En un panorama donde muchas campañas sociales buscan suavizar sus mensajes, “Love Creep” elige la intensidad, el riesgo y la incomodidad como formas de verdad. Y lo logra. Porque a veces, el amor necesita un espejo rojo para reconocerse.
Ganador del Platinum A’ Design Award 2025 en la categoría Packaging Design, “Xijiu Matured Liquor” representa la síntesis perfecta entre arte, cultura y diseño contemporáneo. Concebido por Chengdu Times Fashion Art Design Co., Ltd., este proyecto eleva el envase de licor a la categoría de obra cultural. En un mercado dominado por la producción en serie, esta pieza reivindica el diseño como un acto de memoria y equilibrio.
Inspirado en una pieza icónica del Palace Museum de Beijing, el diseño toma como punto de partida la forma del tambor circular, símbolo ancestral de plenitud y armonía en la cultura china. A partir de esa geometría perfecta, el envase se convierte en una metáfora del tiempo, la naturaleza y el ciclo vital. Su silueta redondeada, suave y equilibrada, comunica una serenidad casi filosófica: el lujo entendido no como ostentación, sino como equilibrio entre lo visible y lo eterno.
El equipo creativo —Xiaohu Feng, Xian Huo y Lei Wang— logra reinterpretar la herencia clásica desde una sensibilidad contemporánea. Las inscripciones láser que indican los años de maduración (15 y 30) se despliegan en forma de cintas que parecen flotar, un guiño poético a la tradición de los literatos que bebían licor mientras escribían versos junto a los ríos. Cada trazo une los sentidos: la vista, el tacto y el olfato. Es un diseño que no solo se mira, sino que se experimenta.
El tapón, con forma auspiciosa Sihe Ruyi, representa la concordia entre tiempo, lugar y personas. Su apertura suave añade un componente ritual a la experiencia del usuario. En el interior, una ilustración en estilo xilográfico muestra el paisaje del río Chishui —cuna del Xijiu— junto con los ingredientes naturales del licor. Todo el conjunto transmite una sensación de herencia viva: una historia que continúa a través del diseño.
El proyecto supera el desafío de equilibrar la tradición artesanal con la elegancia contemporánea. No busca ser moderno: busca ser eterno. Frente a la tendencia del minimalismo global, “Xijiu Matured Liquor” abraza la complejidad simbólica y la riqueza visual como formas de verdad estética. La circularidad, omnipresente, no es solo una forma: es una filosofía. Representa la unión entre pasado y futuro, entre cultura y deseo, entre materia y emoción.
El jurado del A’ Design Award 2025 reconoció la obra como un ejemplo magistral de “fusión entre arte cultural y diseño industrial”, destacando su atención al detalle, su simbolismo y su ejecución técnica impecable. Este proyecto no solo protege un producto, sino que preserva un legado. Es una prueba de que el packaging, cuando se concibe con sensibilidad y propósito, puede trascender su función comercial y convertirse en una pieza de patrimonio cultural.
Ganador del iF Gold Award 2025 en la categoría Communication & Branding, el proyecto “Mercado Novo” de Greco Design reinterpreta un ícono arquitectónico de Belo Horizonte para convertirlo en una identidad viva, flexible y profundamente brasileña. El Mercado Novo, construido en los años 60 como símbolo del modernismo urbano, había caído en el olvido hasta su renacimiento en 2018 como epicentro cultural. Hoy, su nueva identidad visual celebra esa transformación: del comercio a la convivencia, del mercado al movimiento.
El equipo de Greco Design enfrentó un reto complejo: capturar la energía contemporánea de un espacio donde coexisten gastronomía, arte, música y diseño, sin perder la memoria de su pasado. La respuesta nació en los cobogós, los característicos bloques perforados de cerámica que forman la fachada del edificio. Estos elementos, típicos de la arquitectura brasileña, generan una danza de luces y sombras a lo largo del día. Esa geometría cambiante se convirtió en la esencia del nuevo sistema visual: un patrón que evoluciona con el tiempo, como lo hace el propio mercado.
La identidad se articula a través de una retícula modular inspirada en los cobogós. Cada cuadrícula puede adaptarse a distintos soportes —desde rótulos hasta piezas digitales— y permite generar infinitas combinaciones gráficas. El color cumple un papel central: una paleta que refleja las distintas horas del día, desde los tonos cálidos del amanecer hasta los azules y anaranjados del atardecer sobre Belo Horizonte. De esta forma, el logotipo y sus variantes funcionan como un reloj visual, una metáfora del paso del tiempo y de la vida colectiva que late dentro del edificio.
El jurado del iF Design Award destacó que la identidad “encarna la fusión perfecta entre comunidad, arquitectura y naturaleza”, y reconoció su uso magistral de un enfoque generativo que adapta las formas del mercado a contextos culturales, climáticos y sociales cambiantes. No se trata solo de un rediseño: es una interfaz entre lo físico y lo emocional, entre la estructura arquitectónica y la experiencia humana.
El Mercado Novo funciona hoy como un nodo cultural que conecta pasado y presente. Su nueva identidad no impone una imagen, sino que propone un sistema abierto, en el que cada pieza gráfica es una interpretación posible del mismo espíritu. Así, el mercado se convierte en una plataforma visual donde conviven lo artesanal y lo digital, lo local y lo universal. Es una lección de cómo el diseño puede preservar la memoria y, al mismo tiempo, impulsar el futuro de una comunidad.
Este proyecto demuestra que el branding cultural puede ser mucho más que una operación estética: puede ser una herramienta de revitalización urbana. La marca de Mercado Novo no solo representa un lugar, sino que amplifica una forma de vida. En palabras del jurado: “Un proyecto que respira el pulso de Brasil y traduce su energía colectiva en un lenguaje visual atemporal”.
https://ifdesign.com/en/winner-ranking/project/recicla-sampa/714880
Ganador del iF Design Award 2025 en la categoría Service Design, Recicla Sampa se ha consolidado como la plataforma de educación ambiental más grande de Brasil. Creado por las concesionarias de gestión de residuos Loga y EcoUrbis con el apoyo del gobierno de São Paulo, el proyecto redefine la forma en que una metrópoli de más de veinte millones de habitantes se relaciona con sus desechos.
El movimiento Recicla Sampa nace de una urgencia: transformar la relación entre ciudadanía y consumo en medio de una crisis ambiental global. Más que una campaña de concienciación, es un sistema de comunicación y servicios que educa, conecta y facilita la acción sostenible. A través de una plataforma digital, los usuarios pueden acceder a información práctica sobre separación de residuos, puntos de reciclaje, contenidos educativos y datos actualizados sobre la gestión urbana de los desechos.
El equipo de D4G Comunicação e Design diseñó una experiencia que combina pedagogía, tecnología y diseño social. La interfaz intuitiva, los recursos visuales claros y un tono accesible permiten que el mensaje llegue a públicos diversos — desde estudiantes y familias hasta empresas y organismos públicos. El diseño del servicio no se limita al entorno digital: se complementa con campañas urbanas, material educativo y acciones presenciales que refuerzan la conciencia ambiental en la comunidad.
Uno de los mayores logros del proyecto es su impacto medible. Desde su lanzamiento, Recicla Sampa ha incrementado el volumen de residuos reciclables en São Paulo y ha fortalecido la colaboración entre ciudadanía, gobierno y concesionarias. Su enfoque estratégico demuestra que el diseño puede ser una herramienta poderosa para la transformación social, capaz de traducir datos complejos en acciones cotidianas y sostenibles.
El jurado del iF Design Award valoró especialmente la coherencia entre propósito, forma y función. Cada elemento de la experiencia —desde la arquitectura de información hasta la identidad visual— está pensado para inspirar un cambio de comportamiento real. En palabras del equipo de D4G, “educar sobre reciclaje no es solo informar, sino generar orgullo y pertenencia en torno a una ciudad más limpia y consciente”.
Recicla Sampa representa una nueva generación de diseño de servicios públicos: proyectos donde la tecnología se pone al servicio de las personas, y el diseño actúa como puente entre instituciones y ciudadanos. En un país de dimensiones continentales, su impacto trasciende São Paulo: se ha convertido en un modelo replicable para otras ciudades latinoamericanas que buscan soluciones sostenibles desde la comunicación y el diseño.
https://awards.europeandesign.org/winner/262593
Ganador del Silver Award 2025 en la categoría Company Logo, el rediseño de la marca Norwegian Airlines firmado por TRY / Apt representa una renovación estratégica y emocional del sector aéreo europeo. En un momento en que la pandemia transformó por completo el panorama de los viajes de negocios y las aerolíneas tradicionales luchaban por redefinirse, Norwegian aprovechó la oportunidad para reconstruir su identidad desde la autenticidad y los valores nacionales.
La nueva identidad parte de una idea clara: “A Fair Price Airline” y “The Norwegian Way”. Dos pilares que combinan honestidad, accesibilidad y orgullo cultural. El diseño abandona los clichés nórdicos y los códigos excesivamente técnicos de su etapa anterior, apostando por una estética moderna, cálida y humana que equilibra lo local y lo global. El resultado es una marca que proyecta confianza, sencillez y calidad sin pretensiones.
El logotipo actualizado mantiene el reconocimiento de la marca original, pero ha sido refinado para alinearse con esta nueva filosofía. El trazo se simplifica, los espacios se abren y el conjunto respira una claridad visual que refleja los valores escandinavos de precisión y transparencia. El rojo, azul y blanco de la bandera noruega permanecen como base cromática, pero su aplicación es más contenida, adaptándose a entornos digitales y físicos con una elegancia atemporal.
Una de las grandes innovaciones es la introducción de una tipografía personalizada desarrollada por Kanon Foundry, diseñada para reflejar la claridad, la sencillez y la calidez del idioma visual noruego. Esta fuente, combinada con un sistema de ilustraciones orgánicas y expresivas, refuerza la personalidad de la marca: down to earth rebel, una rebeldía tranquila que comunica cercanía sin perder rigor profesional.
El sistema visual se ha concebido como flexible y coherente, capaz de adaptarse a múltiples soportes —desde la señalética de aeropuertos hasta las aplicaciones móviles— y de convivir con elementos anteriores en los fuselajes de los aviones. Cada punto de contacto mantiene la misma voz: accesible, moderna y consciente. En palabras de los diseñadores, “no se trata solo de volar, sino de volar con propósito”.
El jurado destacó la manera en que el rediseño redefine la identidad de una aerolínea nacional sin romper con su legado, equilibrando herencia cultural y ambición internacional. Es una lección de cómo el branding corporativo puede evolucionar hacia la empatía sin perder consistencia, logrando una marca que se siente tan contemporánea como duradera. Norwegian deja así de ser una aerolínea más, para convertirse en un símbolo del diseño escandinavo moderno aplicado a la experiencia de marca global.
https://awards.europeandesign.org/winner/261176
Ganador del Gold Award 2025 en la categoría Artistic Catalogue, el proyecto “Binde. 100–10” de Alexey Murashko es una obra editorial monumental que celebra la trayectoria del fotógrafo letón Gunārs Binde, uno de los nombres más influyentes de la fotografía europea del siglo XX. La publicación, concebida como un homenaje vivo, combina estructura, materialidad y narrativa visual para construir un retrato múltiple: el del artista, su tiempo y su mirada.
El libro surge con motivo del 90.º aniversario de Binde y recoge una vasta selección de sus fotografías, ensayos críticos y entrevistas inéditas. Ante una cantidad abrumadora de material, Murashko optó por una solución de diseño que organiza el contenido en cinco secciones, estructuradas con claridad y ritmo físico. Cada bloque está separado mediante signatures grises impresas en papel de mayor gramaje, lo que convierte el paso de una sección a otra en un gesto táctil, casi cinematográfico.
La obra se abre con una serie de experimentos fotográficos impresos en plata sobre papel negro, un guiño poético a las sustancias fotosensibles que dieron origen a la fotografía analógica. Esta decisión no es solo técnica, sino conceptual: sitúa la obra de Binde en diálogo con el siglo XXI, evidenciando su vigencia y su capacidad de reinventarse a través del tiempo. Muchas de estas imágenes nunca habían sido publicadas, añadiendo al volumen un aire de descubrimiento.
Las tres secciones principales están construidas como un relato visual en tres actos: “El Binde conocido”, dedicado a sus célebres retratos, desnudos y fotografías eróticas; “Mitos y momentos”, una exploración simbólica de la ideología, la religión y las tensiones entre poder y naturaleza; y “Círculo interior”, que reúne retratos personales, autorretratos y escenas íntimas que revelan el lado más humano del artista. Cada serie se identifica con letras latinas —una estructura abierta que sugiere la posibilidad de futuras ediciones y continuaciones del archivo.
El diseño editorial combina rigor técnico y sensibilidad material. Las secciones textuales y ensayísticas se imprimen en papel no estucado con doble tinta negra de alta densidad, reforzando la legibilidad y la relación táctil con la imagen. En contraste, las secciones fotográficas emplean cuatricromía sobre papel estucado con barniz brillante, logrando un contraste extremo que recuerda las fotocopias plateadas tan características del estilo de Binde. Todo el volumen se imprimió con raster estocástico, una técnica que ofrece una definición excepcional incluso en miniaturas, sin patrones visibles de trama.
El resultado es mucho más que un catálogo: es una escultura impresa que equilibra peso, proporción y textura para rendir homenaje a un artista cuya obra siempre osciló entre la ironía y la sensualidad. Tal como afirma el equipo editor, “Binde. 100–10 no solo documenta una carrera, sino que la reinterpreta desde la contemporaneidad, transformando la memoria en materia viva”.
El jurado elogió su maestría técnica y conceptual, subrayando cómo cada decisión de diseño —del papel a la tipografía— se pone al servicio del relato fotográfico. Este proyecto demuestra que el diseño editorial sigue siendo uno de los lenguajes más potentes para narrar el arte: un espacio donde la forma, el contenido y el tiempo dialogan con la misma precisión que la luz en una cámara oscura.
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Ganador del Silver Award 2025 en la categoría Typographic Applications, el proyecto “Google Sans Flex — Pushing the Boundaries” de Studio Dumbar/DEPT® representa una de las colaboraciones más estimulantes entre diseño, tecnología y tipografía contemporánea. Encargado por Google Design, el estudio neerlandés exploró las posibilidades expresivas de Google Sans Flex, la nueva fuente variable del gigante tecnológico, en una serie de experimentos visuales y sonoros que desafían los límites del lenguaje gráfico.
El proyecto se desarrolla bajo un concepto central: “Action and Reaction”. Cada interacción con la tipografía genera una respuesta única —un cambio de peso, color, movimiento o incluso sonido— que pone a prueba la flexibilidad de la fuente y su potencial como sistema dinámico. Lejos de limitarse a una demostración técnica, el trabajo de Studio Dumbar convierte la tipografía en un organismo vivo, sensible al contexto y a la intención del mensaje.
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El resultado es una exploración visual inmersiva que demuestra cómo la tecnología variable puede transformar la identidad digital. A través de animaciones, modulaciones y transiciones tipográficas, el equipo creó un lenguaje en constante mutación, donde las letras se comportan como materia en movimiento. Cada pieza del proyecto es un estudio sobre la relación entre forma y respuesta, donde la tipografía deja de ser estática para convertirse en una experiencia interactiva.
Esta experimentación también tuvo una dimensión sonora: al asociar los cambios visuales con estímulos auditivos, el estudio generó un sistema multisensorial que refuerza la idea de acción y reacción. La tipografía, por tanto, se comporta como un interfaz, capaz de comunicar emociones y matices de manera más profunda. El jurado destacó precisamente esta capacidad para trascender la función tradicional de la letra y explorar nuevas formas de narrativa visual.
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El trabajo de Studio Dumbar/DEPT® sintetiza décadas de investigación sobre el movimiento tipográfico, la identidad digital y la animación gráfica. Su interpretación de Google Sans Flex demuestra que la tipografía del futuro no será solo legible, sino también reactiva, adaptable y emocional. Esta visión encaja con la filosofía de Google Design, que busca expandir el papel del diseño como puente entre comunicación y tecnología.
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Más allá del laboratorio tipográfico, el proyecto plantea una pregunta esencial para el diseño contemporáneo: ¿cómo puede una fuente convertirse en una experiencia? La respuesta está en este trabajo, que no solo empuja los límites del diseño tipográfico, sino también los del pensamiento creativo. En sus propias palabras: “Flex no es solo una tipografía. Es una conversación entre lo que decimos y cómo lo mostramos.”
Si algo une a estos diez proyectos es su capacidad para mirar más allá de la forma. Cada uno, desde su contexto y disciplina, demuestra que el diseño gráfico no es solo una cuestión estética, sino una forma de pensar el mundo. Ya sea una campaña social que desafía percepciones, una identidad visual que conecta generaciones o una tipografía que reacciona al sonido, el diseño sigue siendo una herramienta para interpretar, conectar y transformar.
En un momento donde la automatización y la inteligencia artificial parecen ocupar cada espacio, estos proyectos recuerdan que lo esencial del diseño sigue siendo humano: la empatía, la intención y la capacidad de contar historias con alma. La tecnología amplía nuestras manos, pero es la sensibilidad la que da sentido al resultado.
El futuro del diseño gráfico —ese que ya estamos construyendo— será más híbrido, colaborativo y consciente. No importará tanto dominar una herramienta, sino entender cómo una idea puede generar valor real para las personas y las comunidades. Y en esa búsqueda, el rol del diseñador se consolida como el de un mediador entre el pensamiento y la emoción, entre los datos y la belleza.
En Code Barcelona seguimos creyendo que el buen diseño no solo comunica: evoluciona la cultura visual de una época. Estos proyectos son una muestra de ello. Son señales de hacia dónde va la creatividad contemporánea y de cómo el diseño, en su mejor versión, sigue siendo una forma de esperanza tangible.