Hay diseños que no se quedan en lo visual. Van más allá de la forma y se convierten en algo más profundo: una voz colectiva. Together for Te Tiriti, la campaña creada por Extended Whānau para ActionStation Aotearoa, es un ejemplo poderoso de cómo el diseño puede actuar como un gesto político, cultural y emocional. Reconocido con el Social Good Award 2025 en los Best Design Awards de Nueva Zelanda, este proyecto demuestra que un símbolo puede reunir a todo un país en torno a una idea compartida: la defensa del tratado fundacional de Aotearoa, Te Tiriti o Waitangi.
El proyecto nació en un momento de tensión política. La propuesta del Treaty Principles Bill reavivó viejas heridas y amenazó con alterar el equilibrio entre el pueblo Māori y el Estado. En ese escenario, ActionStation Aotearoa buscaba una forma visual de defender el espíritu de Te Tiriti, una que hablara de unión y respeto mutuo.
La pregunta era directa: ¿cómo convertir una causa histórica en un lenguaje emocional capaz de conectar con todos?
El equipo de Extended Whānau lo tuvo claro desde el principio. No se trataba de crear un logotipo más, sino de construir un lenguaje visual que transmitiera pertenencia, historia y resistencia. La clave estaba en traducir valores ancestrales en formas sencillas, pero llenas de significado.
El punto de partida fue el hongi, un gesto central en la cultura Māori. Más que un saludo, es un encuentro en el que dos personas comparten el aliento, reconociéndose mutuamente. Según la tradición, el primer hongi ocurrió cuando Tāne sopló vida en Hineahuone. Desde entonces, simboliza unión, equilibrio y vida compartida.
Traducir esa idea en una imagen fue el mayor desafío. Los diseñadores Tyrone Ohia y Max Quinn-Tapara buscaron una forma simple, reconocible y emocionalmente abierta. Así nació el emblema de Together for Te Tiriti: dos siluetas que se acercan hasta un punto de unión, un hongi eterno.
El resultado es una imagen limpia y serena. Sin ornamentos, sin dramatismo. Líneas suaves que respiran encuentro y equilibrio. Los colores —tierra, piel, luz y sombra— refuerzan la sensación de humanidad y cercanía. Todo el diseño transmite inclusión, respeto y pertenencia.
El diseño destaca por su sencillez visual y fuerza conceptual. No hay artificio ni exceso: solo líneas suaves que sugieren encuentro, comunión y aliento compartido. La elección cromática refuerza el mensaje: tonos cálidos que evocan tierra, piel y vida, acompañados por negros y blancos que equilibran la composición. Cada elemento comunica inclusión, respeto y pertenencia.
Uno de los mayores logros de este proyecto es su carácter democratizado. Desde el primer día, el símbolo no se concibió como propiedad de una institución o agencia, sino como un elemento que cualquiera podía usar, reinterpretar y adaptar a su propio contexto. Esa apertura convirtió el diseño en un movimiento nacional.
En todo el país comenzaron a aparecer versiones personalizadas del logotipo: pintadas murales, bordados, pancartas, publicaciones digitales. Cada adaptación era distinta, pero todas compartían la misma esencia. Como señaló el jurado de los Best Design Awards, la campaña se convirtió en “mucho más que un diseño: se transformó en una comunidad de significado compartido”.
Este enfoque participativo no solo amplificó su alcance, sino que reforzó su legitimidad cultural. En lugar de imponer una estética, el proyecto permitió que la sociedad la hiciera suya, demostrando cómo el diseño puede ser una herramienta de empoderamiento social.
La dimensión digital de Together for Te Tiriti fue clave para su éxito. A través de una campaña en redes, un sitio web accesible y materiales descargables, el proyecto invitó a la ciudadanía a unirse de forma activa. La interfaz, deliberadamente minimalista, servía de plataforma para la acción: compartir, personalizar, participar.
El tono comunicativo se mantuvo coherente en todos los canales: respetuoso, esperanzador y profundamente humano. Las imágenes del hongi se combinaron con frases breves y contundentes que apelaban al orgullo cultural y al compromiso colectivo. Este equilibrio entre emoción y claridad es una de las señas de identidad del trabajo de Extended Whānau, y uno de los motivos por los que la campaña logró conectar con públicos diversos.
En una era donde muchas campañas sociales se diluyen en la saturación informativa, Together for Te Tiriti destaca por su autenticidad. No recurre al dramatismo ni a la sobreproducción, sino a la honestidad visual. La fuerza del gesto, la pureza de las formas y la coherencia cultural bastan para generar una respuesta emocional genuina.
El proyecto demuestra que el diseño gráfico, cuando se combina con sensibilidad cultural y propósito, puede convertirse en una herramienta de transformación real. En palabras de los creadores, su intención no era simplemente “hacer bonito”, sino dar forma visible a la unión. Y eso, en un contexto político y social tan cargado de significado, es un acto de valentía creativa.
El símbolo se difundió por todo el país. Miles de personas lo compartieron en redes, y muchas comunidades organizaron encuentros para reflexionar sobre el significado de Te Tiriti. Más allá de la viralidad, su impacto es emocional: el hongi se transformó en un recordatorio vivo de esperanza y respeto.
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En escuelas, centros culturales y espacios públicos, la imagen continúa presente. Es, en cierto modo, una respiración compartida.
Together for Te Tiriti no es solo un proyecto de diseño: es una lección de coherencia entre forma y propósito. Extended Whānau logró sintetizar la esencia del espíritu Māori —la reciprocidad, la vida compartida, la paz tras el conflicto— en un símbolo capaz de hablar a todos.
Su valor no reside solo en los premios, sino en su capacidad para conectar a una nación con su propio aliento. En ese gesto silencioso entre dos rostros que se encuentran, el diseño se vuelve humano otra vez.
Proyecto: Together for Te Tiriti
Estudio: Extended Whānau
Cliente: ActionStation Aotearoa
Premio: Social Good Award 2025 – Designers Institute of New Zealand
Equipo creativo: Tyrone Ohia, Max Quinn-Tapara
Colaboradores: Kassie Hartendorp, Rangimarie Sophie Jolley, Grace Newton, Joseph Salmon